lunes, 15 de febrero de 2021

 SAN VALENTÍN, EL ENAMORADO 

            Yo quería escribir toda suave y modosita sobre San Valentín y contar su enamoramiento de la hija del juez de la prisión en que Claudio II lo recluyó antes de ordenar que lo decapitaran, por andar casando a los soldaditos a escondidas. 

            Quería escribir de las rosas rojas y los chocolates, clásicos regalos del Día del Amor y la Amistad. Quería. Pero dejé pasar un día...

            Quería escribir de que manera las Lupercales, las fiestas paganas de Roma, cuando se sacrificaban perros y cabras, con cuya piel se hacían látigos y se azotaba a las mujeres "para que fueran fértiles", se convirtieron en el Día de San Valentín, (celebrado por primera vez el 14 de febrero de 494 D.C.) y contarles de que forma la mercadotecnia logró que tal fecha fuera superarchiguau, ofertando sopetecientos artículos para que los enamorados se gastaran alegremente la quincena en un sólo día.

            Pero me es imposible.

            Porque, por culpa de mis libros de Historia, se que durante las Lupercales los jóvenes adolescentes asumían el papel de lobos y vivían así, en el bosque, para alcanzar su mayoría de edad. Lobo: lupus.

            Y espero no ser la única persona que se ha dado cuenta de que estamos en plenas Lupercales: " Homo homini lupus", donde "el hombre es el lobo del hombre".

            Es la temporada de afilar las garras, afilar la lengua en la diatriba, atacar, fieramente, a quien está enfrente. Desgarrar reputaciones. Afilar los colmillos para devorar a quien "se me oponga".

            Estamos en temporada alta, (así se dice en las cacerías), de pre-candidatos y, pronto, de pre-campañas para los comicios del próximo 6 de junio.

            Estamos en temporada alta.

            Estamos mirando, todos los días en los medios de comunicación, de qué manera aquello de : "Homo homini lupus", continúa vigente como hace sopetecientos años.

            No sólo son los "pre-candidatos". También son los "pre-candidotes". Aquellos que sueñan, pero sólo sueñan, en que por favorcito, por amor de Dios, es que ya me toca, hombre. Que ya me toca. No saben leer ni "escrebir", pero sueñan. Ni modo.

            Me he cansado de repetir, y mis tres lectores y medio seguramente están hartos de la iteración, de que, en este momento, un altísimo porcentaje, (quizá hasta un 70%) de los actuales legisladores locales y federales, de todo el País, son "analfabetos funcionales".

            Saben firmar la nómina, ¡eso sí!. Y las cuentas de viáticos también.

            Y, para nuestra desgracia política, social, económica, de salud y otras madres, de la División de Poderes Constitucionalmente establecida, (Legislativo, Ejecutivo, Judicial), el Poder Legislativo es el de mayor trascendencia: allí, donde las Leyes se atoran o se deterioran hasta la ignominia. (Gobernador de Palacio Nacional, por ejemplo).

            -"Al ratito llegan las vacunas para los mexicanos que la harán de 'conejitos de Indias'

            Si. Me regaño yo solita y me repito: estamos en plenas lupercales.

Y al ratito llegan las "carnes tolendas", o séase, el Carnaval virtual.. 

            Pero yo confío en usted. Y usted debe confiar en su amigo el de junto. Y los dos deben confiar en el otro amigo y contarles la Historia. (Quien sabe Historia no repite los errores).

            Regale usted rosas y chocolates a su amor. A sus amigas. (A los amigos, un botellín de buen Ron cordobés, por favor y me incluye).

            Pero no se le olvide que seguimos en las Lupercales. No se crea todo lo que le cuentan. Mejor investigue.

            Y, por favor, no sea usted el lobo para el hombre, como los sociópatas que nos tienen en las deleznables condiciones en que estamos.

            Porque de usted depende, el 6 de junio.

            Más le vale no equivocarse. No afile las garras. Afile el intelecto.


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