sábado, 10 de diciembre de 2016

¡BUENOS DÍAS, PAPÁ!

   Buenos días, Papá. Hoy 10 de Diciembre, es el día en que cumplías años. No importa cuántos. Mamá te preparaba tu desayuno favorito y se ibas a trabajar: el día nunca fue pretexto para faltar a tus deberes de Padre. 
   Perdona, Papá, pero ahora tengo el valor de confesarte que, de niña, (fuí niña, Papá, te consta), esperaba este día con mucho y goloso interés: sabía que a partir de hoy, tu llegarías a casa, (Padre Hormiga), con misteriosos paquetitos que contenían misterios que mis pocos años podían adivinar... Mi madre los supervisaba, etiquetaba y guardaba, porque no eran las vituallas del diario, sino las maravillas de Navidad. 
   "Deja eso, Marcela, es para la Nochebuena", decía Mamá. Pero de vez en cuando me permitía meter la manita en las bolsas de papel, nada de plásticos, donde estaban los piñones, la colación, los turrones, las avellanas, las galletitas, las nueces, ¡un costal de nueces, Papá!... Las nueces siempre fueron un problema, porque el único malvado cascanueces nunca aparecía y mis hermanos traían los martillos de tu caja de herramientas, los primos las partían a zapatazos y yo usaba la tabla de picar, la nuez se partía pero casi siempre me pillaba los dedos, lloraba un poco y seguía comiendo...
   Las fiestas de Navidad comenzaban hoy, Papá, en tu cumpleaños. Y así lo sigo haciendo, Papá, porque esta mañana me he zampado el primer mazapán de temporada y no resistí la tentación y abrí las galletas.
  Te cuento, Papá, que sigo el ejemplo que nos dieron tú y Mamá: desde este momento ando del tingo al tango reuniendo las golosinas y las sidras y los manteles y las piñatas y las velitas de la posada y todas esas cosas que tú llevabas a casa e, igual que Mamá, les pongo nombre y fecha y las escondo, pero es inútil: caigo Papá y me adelanto a saborear los sabores que me enseñaron...
   He tenido buenas aventuras, Papá y te aviso que tienes, de acá de este lado, un tercer bisnieto que se llama Paolo y que es mi tercer Mosquetero, con Arturo y Emmanuel, a quienes ya conoces y que al ratito llegan a casa. 
   Y también te confieso, Papá, que hablé de tí en público, contando las intimidades de una vida que, gracias a tí y a mi Madre, ha sido dura pero maravillosa. ¡Les conté cómo me enseñaste a disfrutar un buen vino y que me dijiste que no podría ser periodista, porque los periodistas no ganan para coñac!. 
   Pero no les conté otras cosas, Papá, porque no me daba tiempo: tu mereces el recuerdo de toda mi vida. No les conté que, cuando iba a salir de viaje, solita y mi alma, mi Madre preguntaba: 
   ¿Llevas ropa adecuada?, ¿Llevas una chaqueta, dinero, zapatos cómodos?...Pero tú preguntabas: 
    ¿Marce: limpiaste la pistola, llevas carga nueva, la probaste? ¿Llevas el cargador de repuesto?...
    Sí Mamá, si Papá, respondía la joven que fuí y me iba a la aventura con la seguridad de que era querida y esperada de regreso y siempre regresé con bien, Papá: me educaron como debe ser. 
   Claro que estoy llorando, Papá, porque te extraño mucho. Pero se que allá arriba donde estás con mi Madre me miran y deben estarse riendo. 
   Gracias por la vida, Papá. Recibe el amor de tu hija MARCELA 
   (Don Melquiades Prado Fitta, mi padre. 1909 - 1980).

sábado, 15 de octubre de 2016

CONY, ENRIQUE Y DAVID

   Anoche, en el Salón Los Amorosos, del IVEC, Cony Herrera, Enrique Ledesma Prieto y David Barquero como un impecable Moderador, (nunca presumió "lo que sabe", sino preparó las preguntas para hacer lucir a los expositores, además de controlar casi perfectamente los tiempos de participación, que son algunos de los detallitos que hacen un buen moderador), se realizó el encuentro "Cultura y Espectáculo, también es Periodismo", con una muy decorosa afluencia de público. 
   Cony y Enrique, además de lucir "todos de negro hasta los pies vestidos", estuvieron magníficos. 
    Me agradó muchísimo, en sus voces, conocer sus experiencias para llegar a ser lo que ahora son y estar preparados para lo mucho más que serán, pero eso es cuestión de tiempo.    
   Oyéndolos, los viejos maestros como yo sienten que hay otra generación que está haciendo las cosas decentemente y que, ellos mismos convertidos en maestros, lograrán, ¡por favor!, preparar a las siguientes generaciones. 
  Ambos comenzaron "desde el principicio", es decir, cubriendo las fuentes que les ordenaban, les gustara o no y, poco a poco, con esfuerzo personal y dotes, (por ejemplo, saber escribir, fundamento de todo periodismo), lograron ir ganando esos espacios que, en los medios, cuestan un ojo de la cara y no se obtienen por la cara bonita, sino porque se demuestra capacidad, la "culturita" de la que siempre habló Juan Vicente Melo y una vocación de periodistas que se descubre, tarde o temprano, y que lo pesca a uno para siempre jamás y no hay remedio que valga. 
   Espero que a todos los presentes les hayan quedado muy claros los conceptos de Cony y Enrique: el título de periodista no es el papelito que les dan en la Universidad, ni la maldita credencial, sino un esfuerzo cotidiano y un aprendizaje constante. 
   A mí me quedó muy claro que el periodista de cultura y espectáculos es "el difusor de los hechos", (como ocurre en casi todos los demás géneros de la comunicación), y que es el público lector el que, finalmente, debe formarse su propio criterio, aunque en estos tiempos el público lector, (en caso de que exista), quiere que le den todo como tamal: enrrollado, bien cocido y con algo de picante. 
   -No soy crítica de Arte, dijo Connie. Pero procuro ir formando mi criterio y siempre invito a los lectores a que acudan a la exposición que reseño, por ejemplo, y que cada uno tome su decisión sobre la obra expuesta. 
  Enrique, por su parte, nos contó como es que nace Galería, esa sección coleccionable de su diario y la congruencia que debe existir para compartir espacios con otros géneros que también interesan a los lectores de medios impresos, cada vez más escasos y más bien difíciles de encontrar. 
   Para el que no está enterado del asunto, que pueden ser muchos, todo medio impreso tienen sus prioridades: las notas de primera plana salen mañana, "A H", que traducido al jarocho quiere decir "a huevo", lo mismo que el triunfo o derrota de los Tiburones, (los volvieron a poner patas arriba con un 3- 2), o la nota roja, hoy llamada "Sucesos" en todos lados, porque el ávido público lector comienza leyendo esta sección: cuántos muertos, heridos, secuestrados, encarcelados o licenciados andan por allí y quién le pegó a quién y de a cómo... 
   Así, la nota cultural y de espectáculos e incluso la nota social, se publica dos o tres días después y Santas Pascuas, tenemos que dar gracias de que existan espacios para estos temas y no andar fregando la paciencia al periodista, ¡que mucho hace!, porque los artistas, escritores, promotores, y toda la fauna posible, quiere verse ¡pero ya, carajo!, sin pensar en la dificultad que enfrentan los reporteros de estos temas todos los malditos días de la vida. 
   Una pequeña parte del público, "el factor X" de la comunicación, estaba formada por estudiantes de periodismo, no se de cual institución. ¡Me alegro de no saberlo!
  Porque verá usted, a la hora de las preguntas se armó, como siempre, la de Dios es Cristo.  
   Primero, los que preguntan no preguntan: dan otra conferencia. 
   Segundo, se salen del tema y nos cuentan sus experiencias personales.
   Tercero: exigen que los expositores, en este caso periodistas, "los enseñen a leer"...
   Los respetables jóvenes estudiantes si que me pusieron a pensar. Cuando tomaron la palabra, me sentí muy confundida, por no decir "sorprendeja": nadie me avisó que habíamos pasado del Español al Esperanto, porque la formulación de sus comentarios eran, con todo respeto sea dicho, una muestra de que les enseñan todas las técnicas pero nos les están enseñando a leer ni a escribir ni a hablar. 
   Soy una vieja maestra jubilada, pero podría decirles que nadie les va a abrir la puerta y los invitará a asumir la dirección de un medio: por el contrario, les darán con la puerta en las narices y después de sopetecientos años, si ya aprendieron a leer y escribir, es probable que logren convertirse en periodistas, porque les confieso a mis tres lectores y medio, que los pequeños comentarios de estos jóvenes no tuvieron pies ni cabeza, se notaba un absoluto desconocimiento del lenguaje, no me pareció que hayan aprobado Gramática ni Sintaxis y no me gustaría ver un texto escrito porque me daría el simposium... 
   No se trata aquí de hacer la crónica completa de las más de dos horas de charla, sino de poner a pensar, a los que no fueron, que por qué no fueron y a los que estuvimos allí, muy a gusto, hacerles recordar lo que ocurrió en una tarde veracruzana sin vientos huracanados del suroeste...
   Un abrazo Cony, Enrique y mis felicitaciones cordiales, incluyendo por supuesto a David, el espléndido moderador. 
   Y nada más... 




domingo, 9 de octubre de 2016

LAS FLORES DEL DOMINGO

   Llega con su cargamento, no necesariamente loco de contento y, tímidamente toca el timbre y espera...
   Su cargamento es una cubeta de plástico, grande, toda madreada, llena de agua hasta la mitad y llena de flores de todos colores...Siempre en domingo, con sol, lluvia o vientos huracanados del este o de donde carajos vengan...
  Conozco sus pasos y le grito "Allí voy", porque me tardo un poquito poniendo pausa en el texto que escribo o en el juego de mahjong que estoy jugando, mientras boto el café que tengo a la derecha, el cigarrillo de la izquierda, dos teléfonos que me estorban y una tonelada de periódicos que estoy repasando...
   A veces, también un trozo de panecillo que me quedó del desayuno y no quise botar...
   Ya armada con el monedero, confirmo que es él y abro el portón:
   -Buenos días patrona...
   -Buenos días, José...
   Sabe que mis flores favoritas son los crisantemos amarillos y los tiene listos en la mano, dos ramitos, nada más. (A veces, -ahora que subió el dolar- no trae crisantemos sino humildes pompones, que se parecen, pero no son y aún así me quedo con ellos...)
   -Los corto por acá, patrona...
   -Córtalos por acá, José...
   Saca unas pinzas, igual de madreadas que la cubeta y con sus pequeñas manos corta los tallos de las flores, cuyos trozos caen en el agua con un ruidito: "splahs, splahs"... A estas horas, la cubeta ya comienza a oler a rayos fritos...
   Se llama José. 
   La primera vez que vino se me partió el corazón cuando, atrás de la cubeta, lo vi aparecer, pequeño, flaco, moreno. Tiene la estatura de mi nieto mayor...
    -¿Cómo te llamas?
   -José, patrona...
   -¡Eres muy pequeño para andar cargando esa cubetota, José!. ¿Cuántos años tienes?...
   -Ya soy grande. Ya acabé los trece...
   (En este momento ya es más grande, porque hace un año que me surte mis flores del domingo. Anda por catorce pero no está muy seguro y ha crecido un poquito, no mucho, pero un poquito si...)
   Totalmente enfurruñada le pregunto dónde están sus papás y por qué lo dejan andar con tal cargamento a sus años...
   -Mi apá anda en l'otra cuadra y mi amá en la esquina de la Iglesia, cuidando..
   Nunca me he enterado de lo que está cuidando, pero sospecho que es el cargamento mayor, mientras el marido y el hijo reparten las flores del domingo. Soy cobarde: nunca he querido ir a indagar.
   Repetimos un ritual que nos sabemos de memoria, José y yo: 
    -¿Cuánto te debo, José?
   -Veinte pesos, patrona.... 
   ¡Veinte miserables pesos!, Un dólar gracias a nuestros políticos hijos de súchil. Un dólar. Veinte pesos. 
   Siempre le doy de más y siempre tengo a la mano una golosina: jugo, refresco, pan recién hecho, que José toma con una dignidad milenaria: 
   -Gracias, patrona. Nos vemos al otro domingo...
   -Que te vaya bien, José. Nos vemos el domingo...
  Arreglo mis flores del domingo en uno de mis tres floreros y me siento a llorar y, tantito también, a mentar madréporas...
   ¿Dónde están los créditos del campo mexicano?
   ¿Dónde está la educación obligatoria, gratuita y laica?
   ¿Dónde están los programas contra la pobreza?
   ¿Dónde está la protección a la familia?...
   Y le sigo con mi preguntas que ¡nunca!, nadie me ha respondido, porque están muy ocupados con las casitas blancas o del color que sean. Están muy ocupados, los que debían proteger a José, haciendo maletas para salir por piernas, o por panzas, no sé, por si acaso se aplican las leyes y los pescan o, a lo mejor, porque así estamos en México, maletas para esperar, como el caballo de Calígula, otra chambita más que pagará José y sus padres y la tarada de mí, que se compra sus flores del domingo..
   Quería seguir pero ya no puedo. Al rato le sigo. Ahorita, me voy a regar mis flores, pero con llanto de rabia...
   Y nada más. 
   

sábado, 8 de octubre de 2016

CRI CRI, EL GRILLITO

   El jueves pasado, en el Museo de la Ciudad de Veracruz, se realizó un homenaje a Francisco Gabilondo Soler, CRI CRI, en ocasión del 109 Aniversario de su natalicio, organizado por la Fundación 500 Años de la Vera Cruz, A.C., con el apoyo del Ayuntamiento local, con asistencia del nieto de Cri Cri, Oscar Gabilondo Vizcayno. 
   (De la Fundación luego les cuento. Ahorita nomás les cuento de CRI CRI).
   Como estaba segura de que el Dr. Jaime Baca Olamendi tenía todo bajo control, (es el Vicepresidente Ejecutivo de la Fundación de la que luego les cuento!), llegué decentemente unos quince minutos antes de las seis de la tarde. Total: esta vez no había presidium, ni personificadores de silla, ni recibir a las "altas personalidades que nos acompañan", pero me gusta ser puntual, detalle que mis paisanos veracruzanos no han aprendido para nunca jamás: llegan tarde y preguntando ¿dónde esta mi silla?... Un día les diré ¡donde la encuentres!. Pero todavía no...
   Era un tumulto. Logré brincar a 17 niños (con padres), seis abuelos que no querían moverse para dejar pasar ¡a nadie!, tres individuos muy sospechosos que no conozco, salté sobre una niñita que estaba bebiendo su biberón y, por fin, logré llegar hasta el frente, donde estaba instalado el teatrino de los Títeres Zeurrupa y las sillas para Big Band Toque Nuevo y sopetecientos micrófonos, cables y otras madréporas...
   Hilda Verde, toda linda, había logrado apartar cinco sillitas, las cuales, aunque decían "Reservado", hubo que defender a pompa limpia, porque en los diez minutos que hice en caminar diez metros, llegaron otros dos o trescientos niños más ¡con padres y abuelos!. 
   Me encantó la cara de absoluta sorpresa del joven Director de Turismo y Cultura del Ayuntamiento veracruzano, porque estoy segura de que nunca había visto el Museo de la Ciudad lleno a reventar: en la planta baja y en la planta alta, de tal forma que Ricardo Cañas, Director del Museo, mandó poner bancas y sillas que no sé de dónde sacó, porque el aforo final acaso llegó a las mil personas, que cantaban, bailaban y gritaban... al mismo tiempo. 
  Tuve la fortuna de sentarme, un ratito, con Oscar Gabilondo, quien venía llegando de Orizaba donde, en 1972, se le hizo un Homenaje ¡monumental! a Francisco Gabilondo Soler, que organizó el Lic. Humberto Gutiérrez Zamora, entonces Presidente Municipal. 
   En aquella ocasión, le conté a don Oscar, mi diario me envió a "cubrir la nota" y a entrevistar a Gabilondo Soler, quien estuvo acompañado de José Ángel Espinoza, "Ferrusquilla", (autor de Échame a mi la culpa... ¡de lo que paaaasa!, cúbrete tú la espalda, con mi doloooor. Bueno, cuando menos así la cantaba Lola Beltrán)...
  Cientos de niños, allá en Orizaba, vestidos como la Negrita Cucurumbé, La Muñeca Fea, Cri Cri, La Patita y todo lo demás, incluyendo "brillantes cucarachas aburridas, pulgones cansados de picar, más otras sabandijas relamidas, que se reúnen a trasnochar", en El Toreo, hicieron una fiesta inolvidable que terminó a las tantas del mediodía. 
   Es claro, le dije a don Oscar, que mi señor marido, un par de amigos, el alcalde y Cri Cri, acompañado de Ferrusquilla, terminamos la fiesta en el antro de moda en Córdoba, mi tierra natal, ciudad que Gabilondo Soler tenía en especial estima. 
   Allí terminé de entrevistarlo, hasta que fuí interrumpida por Ferrusquilla: "Marcela, cállate, que voy a cantar" y se arrancó con "El Tiempo que te quede libre, si te es posible, dedícalo a mí..." 
   Mi entrevista más bien se fue al carajo, porque todo el elegante antro descubrió a mis dos personajes y se armó la tremolina: fotos, autógrafos, "yo invito la otra, maestro", "la cuenta yo la pago", "échese otra maestro", etcétera, etcétera..., aunque no me quedó claro si lo de "échese otra" se refería a una canción o a otro copetín...
   (De hecho, mi hijo Arturo se aprendió de memoria eso de "El tiempo que te quede libre" y me la anduvo cantando durante su niñez y adolescencia, porque, según él, y tenía razón, mi trabajo me tenía fuera de casa la mayor parte del tiempo...)
   Don Oscar se rió un poquito, pero me fue secuestrado por los amigos de los medios, así que Hilda Verde, Néstor Mora y hasta el licenciado Ortiz, intentamos defender aquellas cinco sillitas que les dije, pero claro que fue casi inútil: uno se descuidaba y encontraba a una mamá con tres niños instalada a pompa completa...
   El Dr. Baca Olamendi había dispuesto un "jugo de honor" para los niños, ¡pero nunca se pensó que llegaran tantos! y la tarada de mí había impreso unas pegatinas con el Cri Cri clásico, que me alcanzaron para nada: en la primera vuelta que di desaparecieron de mis manos... 
   Los títeres Zeurrupa fueron un éxito y los niños de Big Band Toque Nuevo arrancaron, (así se dice), aplausos bárbaros, porque Oscar Gabilondo fué contando cómo había nacido cada una de las canciones interpretadas por la banda y por fin descubrí quién era "La Patita": su abuela. 
   Gratísimos recuerdos, porque mis dos hijos fueron "El Ratón Vaquero". De hecho, conservo el traje de CRI CRI que usó mi hijo Arturo, en el jardín de niños, el día que me dijo: "Mamá, le dije a la profesora que tu vas a poner un camión para mis amiguitos en el desfile". Soponcio me dio, pero conseguí el maldito transporte: un tractor con plataforma de un mi amigo millonetas, aterrado de ver su vehículo lleno de niños de jardín... Creo que todavía no me lo perdona...
   Las pistolas, las estrellas de los ratones y los sombreros, han desaparecido de mis cajas de archivo, pero no las fotos que conservo con amor...
   Gracias, Dr. Baca, porque como bien dijo Néstor Mora: "Hemos perdido un Notario pero ganamos un promotor de espectáculos"...
   Y nada más...



viernes, 7 de octubre de 2016

PERIODISMO CULTURAL

   Les dije que no sé cómo, había caído una vez más. Y ahí voy, "al filo de las doce del día",  como dicen las clásicas notas de la nota roja, al Coloquio sobre Periodismo Cultural, el jueves 6 de este mes otoñal, en un espacio todo blanco, con un nombre realmente tan especial, "Reflexionario", que por un momento pensé que debía llevar mi rosario y el velo en la cabeza, pero no. Entré al descubierto... 
    Daniel Domínguez dirige este espacio dedicado a las artes, en la USBI de la Universidad Veracruzana, aquí en Veracruz. 
   El encuentro lo organizó la agrupación FondeArte, que dirige Delfino Guerrero y que coordino Miguel Ángel Zamudio, en que participaron Ivonne Moreno y Jaime Velázquez y con Jorge González como moderador del asunto...
   Llegando, lo primero que hice fue tomarme un expresso cortado, la mejor manera de combatir un calor que pasaba de los 30 grados...Luis Mellado me acompaña y hablamos sobre "la nota de color" que le falta al dichoso espacio: entre tanto blanco, uno se queda más bien deslumbrado y patidifuso...
   Hay sofás verdes y azules, la cafetería que, por lo que ví y olí en el curso del evento, es el lugar que eligen los estudiantes para un desayuno muy tardío o una comida muy temprana. No me enteré, porque salimos "al filo de las dos y cacho de la tarde"... Ni modo. 
   En materia:   
¿Existe el periodismo cultural?
   ¿O sólo existe un buen periodismo y se le dice cultural por hacer las cosas más fáciles?
   ¿Habría que hacer encuentros sobre periodismo deportivo, editorial, de nota roja, de sociales, de primera, de redes sociales, etcétera, etcétera, etcétera, como diría Yul Brynner?. 
   Aquí tuve que decirlo: cuando menos en Veracruz, en este momento, existe ese espléndido ejercicio de Periodismo Cultural que realiza Enrique Ledesma Prieto en el diario Imagen, a todo color y a toda página, con su grupo de jóvenes colaboradores, Pamela Salinas, Linda Guzmán y Laura Haddad, como reporteros, Mónica Rodríguez en el diseño y el propio Enrique que es todólogo: editor, fotógrafo y reportero. Las notas de Cony Herrera en Notiver y la intuición de Gerardo Barradas de El Dictamen y Mauricio Hernández, quienes, dedicados a la crónica social, han logrado insertar pequeños textos realmente de "periodismo cultural", en el sentido de informar a sus lectores no sólo de los personajes presentes, sino de los contenidos de la exposición, el concierto, la conferencia, la danza y otras madres.  
   Con todo respeto, (como decía un viejo jefe, antes de madrear al oponente), salí por peteneras. 
   Primero: todo periodismo incluye el Periodismo y el Público lector. Lo primero que les pregunté al no muy numeroso público que nos acompaña, pero eso sí, muy respetable, ¿cuántos periódicos habían leído HOY, antes de asistir a un encuentro sobre Periodismo?, aunque es claro que les rogué que no me respondieran...Yo llevaba tres y me faltaban cuatro...
   El periodismo cultural es claro que exige que exista la Cultura, aunque Jaime acota de inmediato que todo es cultura en lo cual todos estamos de acuerdo y Jorge nos sale, también por peteneras, con las sopetecientas definiciones de Cultura: creo recordar que nos quedamos con la número 86 o quizá 87. Por ahí andábamos. (Para cultos nosotros, carajo!) 
   En lo que nunca he sabido que los intelectuales se pongan de acuerdo es en este peliagudo asunto: las Artes o Bellas Artes a que se dedican los presupuestos oficiales y la Cultura Popular, ¿son lo mismo, se parecen o que onda?
   El tema nos llevó un buen rato y tampoco recuerdo si nos pusimos de acuerdo, pero nos divertimos mucho. 
   (Bueno, me divertí mucho para que luego mis compañeros no me echen bronca). 
   Estábamos los que estábamos: Ivonne es una promotora especializada en artes plásticas, a Jaime le da por la Literatura e, igual que yo, tiene libros de esos que, de tanto leerlos, se le andan a uno desbaratando en las manos. Jorge es un joven periodista independiente, que hace poco descubrió que tiene buena y educada voz y de vez en cuando canta algunos boleros todos románticos. 
   Y yo. La vieja maestra, la periodista hecha "en el camino", que comenzó hace 54 años enfrentada a la página en blanco y sin saber...
   Ivonne desenfundó un viejo recorte de El Semanario, un librote gigante de la colección encuadernada del Suplemento Cultural en que colaboraba y, (me tocó un pedacito), unos textos que le publiqué hace algunos ayeres en la sección de "La Tercera Edad", que yo dirigía. Jaime nos hizo favor de regalar un ejemplar de su revista "Ventana Cerrada", de 1997. Jorge cargó con la bibliografía casi completa sobre Periodismo Cultural y la única que no llevó papelitos fui yo: sólo mi disco duro, que aún funciona. 
   Cada uno de los ponentes, experto en su materia, expresó sus perspectivas y sus opiniones. Sus "modos de ver", como diría Felipe Erenhberg. Coincidimos casi en todos, desde muy diferentes ángulos. 
   (A estas alturas, ya había más público. Y el público, señoras y señores, es lo más importante de un encuentro de esta naturaleza...Hasta se quedaron algunos de los chavos que habían ido a desayunar...)
   Y termino, repetitivamente: el Periodismo Cultural incluye el Periodismo, la Cultura... y el público. 
   El Público es el que siempre nos anda fallando a quienes nos dedicamos a promover y difundir el arte y la cultura, (que puede parecer pleonasmo pero no lo es).
   Nos falla el público lector o el público que escucha, nos falla el público cuando uno ha trabajado mucho para ofrecer opciones culturales y llegan tarde o de plano no van "porque no le entiende a esas cuestiones". (Eso sí: he descubierto hace mucho tiempo que si se ofrece un vinito de honor, el público llega...)
   Me queda mucha tela de donde cortar. Muchas reflexiones, muchas ideas. 
   Pero mientras, gracias Delfino Guerrero y Miguel Zamudio por la invitación. Gracias, mi querido Luis Mellado. Nos quedan pendientes otros encuentros..
   Y nada más...
   


   
    

 SAN VALENTÍN, EL ENAMORADO              Yo quería escribir toda suave y modosita sobre San Valentín y contar su enamoramiento de la hija de...